Nanotecnología para el medioambiente
13 may 2023
Calpech, 'spin-off' de la Universidad de Alicante, crea una tecnología de fabricación de nanopartículas de hierro a partir del alpechín, residuo del 'oro líquido', que abre nuevas vías para generar biogás o el tratamiento de aguas.
La transferencia de conocimiento del mundo de la investigación a la economía real es una de las grandes batallas de nuestro tiempo. De nuevo, ciencia y tecnología se convierten en elementos indispensables de la ecuación que debe construir un modelo productivo más respetuoso con el planeta. La compañía ha convertido un residuo, el alpechín de la oliva, en su materia prima para generar riqueza y prosperidad de la mano de una tecnología patentada que permite fabricar nanopartículas de hierro con un coste muy bajo y competitivo y abre las puertas a múltiples aplicaciones en el campo de la generación de biogás, el tratamiento de aguas o la creación de fertilizantes naturales.
Su tecnología patentada para la fabricación de nanopartículas de hierro mejora de la producción del biogás y eliminación del ácido sulfhídrico en los biodigestores, la eliminación de metales pesados en aguas y suelos contaminados y la desnitrificación de los acuíferos, entre otras aplicaciones.
Actualmente Calpech ha industrializado su tecnología de producción de nanopartículas de hierro dentro de una cooperativa de almazaras, que fabrica bajo su licencia. "Nuestro objetivo durante este año es revolucionar el mercado del biogás potenciando la generación de la energía gracias al efecto que tienen nuestras nanopartículas en generar el biogás y eliminar el ácido sulfhídrico tan venenoso para los motores de combustión", explica a D+I Yuriy Budyk, CEO de Calpech. "Queremos, por un lado, abrir el mercado del biogás, explotando al mismo tiempo nuevas aplicaciones para las nanopartículas de hierro -eliminación de metales pesados, uso en fertilizantes, etc-", añade.
"Convertimos un residuo, un desecho, en una materia prima para generar otras soluciones sostenibles en muchos campos. Gracias a su tecnología, Calpech entra en la cadena de valor de las almazaras y alperujeras para aprovechar el alpechín, un residuo que hasta la fecha no tenía una solución apropiada, cuestión para nada baladí. Seis millones de litros de alpechín por almazara "Gracias a nuestro proceso patentado, valorizamos el alpechín usándolo como materia prima para nuestro proceso de producción de nanopartículas.
En este proceso ha sido clave también la figura de la alperujera -cooperativas de segundo nivel, encargadas entre otras facetas, de la gestión de residuos como el alpechín- Troil Vegas Altas. "Nuestro primer objetivo como empresa era conseguir una producción industrial para que el producto podría ser testado por el mercado. Nos aliamos con Troil para construir un reactor tamaño industrial. Nosotros diseñamos el reactor y lo pusimos en marcha con ellos, aportando nuestro know-how acerca de la producción de las nanopartículas de hierro", indica al respecto el CEO.
"Convertimos un residuo, un desecho, en una materia prima para generar otras soluciones sostenibles en muchos campos. Seis millones de litros de alpechín por almazara "Gracias a nuestro proceso patentado, valorizamos el alpechín usándolo como materia prima para nuestro proceso de producción de nanopartículas. En este proceso ha sido clave también la figura de la alperujera -cooperativas de segundo nivel, encargadas entre otras facetas, de la gestión de residuos como el alpechín- Troil Vegas Altas. "Nuestro primer objetivo como empresa era conseguir una producción industrial para que el producto podría ser testado por el mercado.
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